miércoles, 15 de abril de 2020

Diario #YoMeQuedoEnCasa 15/04/2020

Ayer fue un día muy intenso, tan intenso que no hice una sola foto. Al final del día, consciente de que no tenía nada, y que lo que tenía no se podía hacer público, decidí conscientemente faltar a mi cita diaria con el diario y no escribir.

Hoy el día ha sido casi tan intenso como el de ayer, pero dos días faltando a mi cita son demasiados, así que, aquí estoy. Además, la tarde ha tenido momentos muy divertidos, como el que ilustra este post. Candela tiene que hacer un trabajo de fotografía para la asignatura de Arte. No tengo muy claro en qué consiste, pero hoy nos ha ido maquillando, uno a uno, a todos los miembros de la familia. Luego hemos sido retratados en solitario, en pareja, con un fondo, luego con otro, de frente, desde arriba, con el foco a un lado, con el foco desde abajo.

En la foto se ve cómo me está maquillando. Se lo he puesto difícil, mientras ella me maquillaba, yo hacía fotos, a ciegas. No es la mejor foto que hice, pero sí la que mejor ilustra el momento. Puñetera manía de documentar todo lo que ocurre en casa durante este confinamiento...

El trabajo tiene muy buena pinta. Candela es tan creativa, el escenario que ha creado que es tan llamativo, y la idea del maquillaje es tan brillante, que estoy deseando verlo. Seguro que queda genial. Si ella me lo permite, lo mostraré por aquí.

También he ido a hacer la compra. Esta vez he vuelto menos cargado. Pero no merece la pena hablar sobre ello. En cambio, sí es más gratificante expresar lo agradable que es bajar a la calle, aunque sea con mascarilla, y tirando del carro de la compra. No deja de fascinarme cómo ha cambiado el panorama de la calle. Apenas hay personas, y las que hay llevan mascarillas. Casi no pasan coches, no hay ruido. Es desolador, pero también es bello. Parece un escenario sacado de una película, y sin embargo, es real.

Un días más confinados, un día menos para que esto acabe. #YoMeQuedoEnCasa



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