sábado, 4 de abril de 2020

Diario #YoMeQuedoEnCasa 04/04/2020

Debo confesar que no me gustó cómo redacté el post de ayer. Es lo que suele ocurrir cuando, a las diez de la noche, te das cuenta que no lo has escrito, y lo haces con prisa porque quieres empezar a ver una peli que dura más de dos horas y media. Se me olvidó contar lo más importante, sin lugar a dudas, del día de ayer, y no porque ocurriera, sino precisamente por todo lo contrario, porque no ocurrió. Ayer era el día en que mi hija Martina tendría que haber llegado de Irlanda para pasar la Semana Santa con nosotros. La echamos muchísimo de menos. Puto coronavirus... 

Ayer escuché el monólogo de Carlos Alsina, como hago todos los días. Qué tío más grande. Cuánto dice sin levantar la voz. Cuánto dice sin faltar al respeto. Cuánto dice sin perder la calma. Destaco esta frase: "Temo que se nos vaya acabando el ánimo; el mayor enemigo de la esperanza es el cansancio". Yo también lo temo. A fuerza de que todos los días sean iguales, temo perder la ilusión por escribir mi diario, por hacer hacer fotos a, y desde, un escenario que no cambia. Intentaré que eso no ocurra.

Hoy es sábado, y además, empiezan las vacaciones de Semana Santa. La única diferencia con el día de ayer, viernes, es que Candela no ha estudiado y Mafe no ha tele trabajado. Por lo demás, ninguna diferencia. No hemos bajado a la calle a tomar ese vermú que siempre tomamos en el bar de Ángela los fines de semana. Pero lo más triste es que no hemos podido irnos de vacaciones, como hacemos siempre en estas fechas. No hemos podido bajar a Sevilla, y luego a nuestro piso de Ayamonte. Ayer me decía Daniela: "Papi, quiero volver a Ayamonte". Yo le dije: "No podemos, Dani, la policía no nos deja porque el bichito aún está ahí fuera". Se marchó resignada. No tengo muy claro que lo entendiera.

Hoy me he tomado un vermú en el balcón, al sol, mientras observaba y fotografiaba la calle, y me ha sorprendido que hubiera muchísimas más personas yendo y volviendo de la compra que ayer. No lo entiendo. ¿Qué diferencia hay entre ayer viernes y hoy sábado? ¿No son todos los días iguales? ¿Será que, a pesar del confinamiento, queremos comportarnos como siempre, y la compra habitualmente se hace el sábado, cuando no se trabaja? Reflexiono sobre ello, y no llego a ninguna conclusión.

Nos hemos dado de alta en Disney+. No sé si lo han hecho a propósito, pero les ha salido redondo empezar a emitirse en época de confinamiento, sobre todo, para los que tenemos niños pequeños. Compruebo con gran asombro, pero a la vez con gran satisfacción, que mi hija Daniela, de cuatro años, no quiere ver las películas actuales de Pixar que tanto me gustan a mí (Buscando a Nemo, El Espantatiburones, la saga de Toy Story, Monstruos S.A.). No, Daniela prefiere ver las películas de Disney de toda la vida, las que se emiten en formato 4:3, realizadas en los años 60, con las que nosotros, los padres, crecimos y aprendimos a amar el cine. Y aunque a mí ya me parecen obsoletas y noñas, y preferiría que Daniela viera las nuevas películas abrazada a mí, me gusta que prefiera las de siempre, mucho.

Ha sido un día para momentos chorras también, como el que ilustra este post. Las dos hermanas juegan en nuestra cama, momentos antes de bañar a Daniela. Ellas juegan, yo les hago fotos, no puedo evitarlo. Ha sido un momento muy hermoso. 

Pedro Sánchez ha anunciado que el confinamiento se prologa dos semanas más, hasta el 26 de abril. Paciencia porque ya hemos pasado un días más confinados, y queda un día menos para que esto acabe. #YoMeQuedoEnCasa





No hay comentarios:

Publicar un comentario