jueves, 26 de marzo de 2020

Diario #YoMeQuedoEnCasa 25/03/2020

La vida dentro de casa sigue, a pesar del encierro obligatorio, o quizás por ello mismo. Siendo cuatro en casa, la despensa se vacía con rapidez, el lavavajillas se llena con rapidez, y las lavadoras se siguen haciendo al mismo ritmo que antes. Es curioso comprobar cómo, ahora que Daniela no come en el colegio, y Mafe no come en el trabajo, los alimentos se acaban a mayor velocidad que antes, o eso me parece a mí.

Pasamos diariamente el robot aspirador (bendito regalo de Reyes), más necesario ahora si acabe, ya que no viene la señora que nos venía antes una vez a la semana. Cada vez que lo pongo me sorprende la cantidad de polvo y pelusas que pilla. Es increíble. Cada vez que lo paso, limpio el depósito y me sorprendo de la cantidad de porquería invisible que hay en el suelo.

Hay una tarea doméstica que detesto hacer, planchar. Por eso, para no tener que plancharme la ropa, y sobre todo, para que no se acumule la ropa a planchar cuando vuelva Elisa, he optado por hacer una cosa: en vez de rotar las camisas del armario, he decidido usar siempre las mismas, tres o cuatro, de manera que me la pongo, la lavo, me la pongo sin planchar, la vuelvo a lavar, etc. Estoy en casa, no me ve nadie, me da igual ponerme una camisa arrugada.

Un día más en casa confinados, un día menos para que esto acabe. #YoMeQuedoEnCasa.



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